La
subvención pasa de 4 a 2 millones de euros, para ir quedando a 0 de manera
progresiva
El nuevo consistorio del ayuntamiento de
Barcelona, ha cumplido las amenazas que lanzo hace unos meses, y ha decidido
reducir al 50% las subvención que recibía el Circuito de Barcelona-Catalunya,
señalar que la aportación no era solo para la F1, si no que era para el
circuito en general y no solo para un evento.
De nada han servido los números que
demuestran que el impacto económico, y por lo tanto, beneficioso de la carrera
de F1 en Cataluña es de 138 millones y en Barcelona de 60 millones, o que el de
MotoGP es de 43 en Catalunya, y de 14 millones en la ciudad condal, eso sin
tener en cuenta el impacto económico, que supone como marca, tanto para
Barcelona, Cataluña y España.
Según un estudio de la escuela de
negocios ESADE, el impacto total del trazado catalán, sería de 332 millones,
una cifra nada despreciable en mi modesta opinión.
Pues todos estos datos no han servido de
nada. El primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, ha
explicado a los medios y para justificar este hecho, que el Circuit de
Catalunya "no es una prioridad".
Pisarello ha explicado que se han reunido
con los alcalde de los municipios afectados, muchos del PSC, y que han llegado
a un acuerdo mantener la aportación para el 2015 y reducir a la mitad la del
2016, "para que puedan hacer un plan de viabilidad" y de
"reconversión" del circuito, de manera que esta iniciativa privada
"vaya siendo autosuficiente, poco a poco".
Imagino que el día que la F1 o la MotoGP
se vayan del circuito, y tengamos una infraestructura de primera orden muerta
de asco, y se pierdan todos los empleos, tanto indirectos como indirectos que
generan estos eventos, quizás si se convierta en una prioridad para ellos,
aunque igual, ya es demasiado tarde.
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