Tras su retorno en 2020, el histórico trazado vuelve a albergar una cita mundialista por tercera vez consecutiva
La región de Emilia-Romaña alberga varios constructores de
automóviles de carreras, como Ferrari, Lamborghini y Maserati. Al terminar la
Segunda Guerra Mundial, la ciudad de Imola lanzó un programa para mejorar la
economía local. Cuatro entusiastas de las carreras automovilísticas propusieron
la construcción de una nueva vía que unía vías públicas existentes y que podía
ser utilizada por los constructores locales para probar sus prototipos. La
construcción se inició en marzo de 1950. Las primeras pruebas de vehículos se
llevaron a cabo dos años más tarde cuando Enzo Ferrari mandó a probar uno de
sus vehículos.
Después de que Enzo Ferrari probase algunos de sus coches en
el nuevo trazado, en 1953 empezaron a disputarse las primeras carreras de motos
y coches. Diez años más tarde, el circuito acogió por primera vez una carrera
de Fórmula 1, en la que ganó Jim Clark a bordo de un Lotus, aunque en aquel
momento la prueba no puntuaba para el campeonato del mundo. Fue entonces cuando
se decidió remodelar el circuito, con el objetivo de que pudiese acoger en
algún momento una carrera de F1. Mientras tanto, coches del WEC, de la Fórmula
2 europea e innumerables motos pasaron por su asfalto entre 1965 y 1977.
Tras la remodelación de 1973 (en la que se incorporaron las chicanes
Acque Minerali, la Variante alta, la Variante Bassa y el Traguardo), Imola
vuelve ser testigo de una carrera de Fórmula 1 pero, de nuevo, esta no era una
prueba puntuable del campeonato. No fue hasta un año después cuando el trazado
entró de forma oficial en el Gran Circo, dentro del cual se mantuvo a lo largo
de 25 años –al principio era la sede del Gran Premio de Italia, pero luego pasó
a ser del GP de San Marino, debido a una normativa que impedía que hubiese dos
Grandes Premios dentro de un mismo país–. El primer campeón oficial del nuevo
circuito fue nada más y nada menos que Nelson Piquet, que corría para Brabham.
El trazado a celebrado carreras del mundial, de manera
interrumpida de 1981 a 2006. Uno como GP Dino Ferrari, otro como GP de Italia,
y 26 como GP de San Marino.
Pero si por algo es recordado, tristemente recordado, es por
la muerte de los pilotos Ayrton Senna y Roland Ratzenberger, los cuales
perdieron la vida en sendos accidentes en el Gran Premio de San Marino de 1994:
Ratzenberger en los entrenamientos del sábado (en la curva Gilles Villeneuve) y
Senna en el curvón Tamburello en la séptima vuelta de la carrera. El mismo fin
de semana, Rubens Barrichello tuvo un fuerte choque que lo mantuvo alejado de
las pistas varias semanas.
Por causa de estos accidentes, el circuito fue modificado en
tres secciones. Antes de la curva Tamburello, originalmente una de las más
rápidas del circuito, se añadió una chicane que obligaba a ralentizar el paso
por el curvón posterior. La curva Gilles Villeneuve pasó a ser una chicane con
el fin de eliminar la curva rápida y, al mismo tiempo, reducir la velocidad con
la que se afrontaba la curva Tossa, que también había sido escenario de graves
accidentes. Por último, la variante Bassa pasó de tener dos chicanes a una sola
con el objetivo de ganar espacio para las escapatorias; esta variante pudo ser
totalmente eliminada una década más tarde cuando se reformaron los boxes del
circuito y se ampliaron las escapatorias.
Entre 2006 y 2007 el Circuito de Imola o Autodromo Enzo e
Dino Ferrari sufrió una nueva remodelación, realizada, como no, por el
arquitecto alemán, Hermann Tilke.
En 2020, y tras todos los cambios en el calendario derivados
por la pandemia del COVID-19 el trazado
volvió al calendario del campeonato. Este 2022, el circuito vuelve a albergar
una cita mundialista por tercer año consecutivo.
El trazado tiene una longitud de 4.936 metros, y está
compuesto por 19 curvas, 10 a izquierdas y 9 a derechas. Algunas de ellas ya
famosas, como la Variante Tamburello o la curva Tosa y la línea de meta y de
formación de parrilla se encuentran en puntos diferentes del trazado.
La gran novedad de este año, es que será uno de los tres
escenarios en donde tendremos una carrera sprint. Una carrera que tendrá
algunos cambios respecto al año anterior.
Un Sprint en que se ha decidido cambiar los puntos a
repartir. De esta manera, puntuarán los ocho primeros clasificados en una
escala del 1 al 8. Y por cierto, la pole le será adjudicada al más rápido de la
sesión de clasificación del viernes.
En esta pista, tendremos una sola zona de activación del
DRS. Esta estará situada desde la línea de meta hasta llegar a la curva 2. Con
el punto de activación antes de la curva 17 y la activación en la 19.
En cuanto a las gomas, Pirelli ha decidido traer la gama media,
igual que el año pasado. O sea, los compuestos C2, C3 y C4. Esta es la misma nominación
que se hizo para el año pasado, aunque los compuestos son, por supuesto,
diferentes con la última generación de neumáticos de 18 pulgadas
La superficie más madura en Imola, (el asfalto data de
2011), genera más agarre y, por lo tanto, más calor en los neumáticos, lo que
requiere un compuesto blando más robusto.
Las fuerzas que actúan sobre los neumáticos son generalmente
iguales entre los laterales y los longitudinales, lo que la convierte en una
pista fluida en la que los pilotos necesitan encontrar un buen ritmo.
Al ser un evento con
"Sprint", en lugar de tener 13 juegos de neumáticos para un fin de
semana convencional, habrá solo 12 juegos. Estos consisten en dos juegos de
duros, cuatro juegos de medios y seis juegos de Blandos.
Recordemos que de cara a este 2022, desaparece la obligación
de que los pilotos que se hayan clasificado entre los 10 primeros, comenzar la
carrera con el neumático que habían logrado el mejor tiempo en la Q2.
Horarios completos
Viernes
Libres 1: 13:30
Clasificación: 17:00
Sábado
Libres 2: 12:30
Sprint: 16:30
Domingo
Carrera: 15:00