Tras los
primeros test de pretemporada celebrados en Jerez, y tras todo lo visto,
multitud de dudas surgen en la cabeza de los aficionados, especialmente debidos a los cambios normativos
Este año se han producido grandes cambios normativos en el
mundo de la F1, aerodinamicos, reglamentarios, pero sin lugar a dudas el más
importante de todos es el que afecta a las unidades de potencia. Por primera
vez desde 1988, los F1 vuelven a utilizar motores turboalimentados. Los
propulsores son V6 de 1,6 litros y tendrán que resistir, al menos 4.000
kilómetros, el doble que hasta ahora. El tren de potencia de los monoplazas
estará directamente conectado al ERS (anteriormente conocido como KERS), cuyo uso
se incrementará. El sistema de
recuperación de energía también podrá alimentarse con el calor de los escapes y
dará 159 CV extra a los pilotos durante 33 segundos en cada vuelta, muy por
encima de los 79 caballos de los que disponían los pilotos durante seis
segundos en 2013.
Todos estos cambios han supuesto unas grandes inversiones
para la mayoría de equipos, cosa muy difícil de asumir, mucho más en la época
en que nos encontramos.
A mediados del año pasado y debido a su situación económica,
los equipos más modestos, pidieron continuar al menos un año más con los
motores V8. Pedían que se volviera a repetir la prórroga ya establecida para
2013 hasta 2015 o incluso hasta más tarde.
Las razones de la primera prórroga, retrasar un año la
entrada en vigor de los cambios de motor, era casi obligada: los 'motoristas',
vista la complejidad del grupo propulsor
1.6 V6 Turbo con todo el sofisticado sistema ERS que le rodea, no llegaban a
tiempo.
La medida pedida por los equipos se centraba en otras
razones. Con ocho de los once equipos agonizando financieramente se habían dado
cuenta de que el cambio de reglas, les iba a suponer un encarecimiento de
costos brutal. No sólo por tener que diseñar coches partiendo de cero, con unas
reglas aerodinámicas de gran complejidad, sino también que los nuevos motores
iban a costarles poco más o menos el doble.
En unos momentos de crisis mundial, en los que la F1 ha
tomado conciencia de que debe disminuir drásticamente los costos, parece un
contrasentido tener que afrontar un cambio de reglas tan complejo y caro. Las
marcas y la FIA han impuesto unos motores de bajo consumo, con el único
objetivo de promocionar sus coches de calle, algo que poco tiene que ver con la
alta competición. Y no olvidemos, que la F1 es el TOP1 de los deportes de motor
Todo esto sin olvidarnos de la velocidad, factor vital en
este deporte. Por lo visto hasta ahora en los primeros test de Jerez han estado
sólo un poco por encima de los GP2, cuando el presupuesto de un equipo grande
de F1 es más o menos unas 40 veces mayor que el de uno de GP2.
El mismo dueño de los derechos comerciales de la Fórmula 1,
Bernie Ecclestone, clama contra lo que se ha visto en estos primeros test de
Jerez. "Es una farsa total", dice en declaraciones al Daily Mail, en
referencia a lo que ofrecen los nuevos monoplazas.
Bernie echa la culpa a la FIA y los equipos por la
implantación de los nuevos motores, que en su opinión tienen que ver más con
otras categorías. "Dije que esto iba a suceder. Ellos (FIA y equipos)
insistieron en implantar estos nuevos motores. Si querían correr así deberían
irse a Le Mans», dice el jefe de la FOM que explota comercialmente este
espectáculo deportivo.
Otro factor importante, sobre todo para el espectador, es el
ruido de los motores. No nos engañemos, supongo que llegaremos a
acostumbrarnos, pero hoy en día el sonido de los V6 más, que el rugir de un
motor, parece el aullido de un gatito.
Y por supuesto, el
tema de la estética de los nuevos monoplazas,
especialmente el de algunos morros, digamos que con formas como mínimo
curiosas. Incluso la FIA en un
comunicado expresa el desagrado de la entidad con respecto a los coches
que exhiben apéndices fálicos en sus narices. Al parecer, la estética preocupa
a la directiva de la Federación ya que las críticas tanto de diversos medios de
comunicación como las publicadas a través de las redes sociales, se inclinan
hacia el rechazo de los morros. Y, más allá del factor estético, los
comentarios y chistes relacionados con la “sexualidad” de los coches 2014 también
es un punto a considerar.
A mi entender, todos los estamentos relacionados con la F1
deberían realizar una profunda reflexión del punto al que hemos llegado. Tengo
la sensación de que la F1 hoy en día camina de forma diferente a lo que el
público lo hace, demasiado mirarse en sí misma, de excesivo politiqueo, de
vivir en una gran burbuja y no ver lo que ocurre en otras categorías del motor.
Solo espero que todo esto no aleje al público de este
fantástico deporte y de buen seguro que si tenemos una temporada llena de
emoción y espectáculo, de buen seguro que ni nos acordaremos de todos estos
inconvenientes
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