El
gran circo llega a uno de los llamados circuitos históricos de la F1, ya que
con esta, se cumple la edición 30ª
El Circuit de Barcelona-Catalunya,
también conocido como Circuito de Montmeló, está situado en la población de
Montmeló,y a tan solo de 32 kilómetros de la ciudad de Barcelona. Inaugurado en
el año 1991, tiene un aforo de 131.000 espectadores, y acoge diversas
competiciones entre las que destaca como no el Gran Premio de España de Fórmula
1.
La que nos ocupa será la 30ª edición
consecutiva que se celebra el GP de España en el trazado catalán. Una edición
la de este año que estuvo en vilo hasta finales del mes de agosto pasado,
cuando tras semanas, meses de rumores y especulaciones conocimos que el Mundial de Fórmula 1 seguiría
disputándose al menos una temporada más en Barcelona.
Los equipos y pilotos de Fórmula 1
conocen el circuito de Montmeló como la palma de su mano, ya que grandes
premios aparte, es lugar un lugar habitual para la celebración de test, como
por ejemplo las dos sesiones celebradas este mismo año a finales de febrero.
Sin embargo este aspecto hace que todos
los pilotos conozcan el circuito a la perfección, por lo que a veces no queda
lugar para sorpresas. En Montmeló, el 57% de la vuelta se hacen con el
acelerador apretado a fondo, con un máximo de unos 16 segundos (en 1140 metros).
En el Circuit es clave la aerodinámica de
los monoplazas para tomar las curvas rápidas, mientras que la tracción a baja
velocidad y la estabilidad en frenada son importantes por la gran degradación
que su asfalto produce en los neumáticos, sobre todo si hace calor como suele
ser habitual.
En 2019 se decidió reasfaltar el trazado.
Además, dos módulos de la tribuna C desaparecieron, mientras que la H se ha
desplazado hacia abajo, mucho más cerca del último viraje, el que da entrada a
la recta de meta. Al mismo tiempo, se ha retrasado el muro lateral para mayor
seguridad en el punto de frenada. Con eso se consigue ampliar en unos 20 metros
la escapatoria.
La parte técnica del Circuit la podemos
ir viendo a través de cada sector. En el primer sector la máxima dificultad es
que comprende la recta de meta, una de las más largas del mundial, y se mete de
lleno en la curva Elf, que está seguida por una enlazada hacia la izquierda
antes de llegar a la espectacular curva 3. La recta pide velocidad máxima y una
estabilidad de frenada a prueba de bomba, mientras que después, la sección de
curvas pero sobre toda la curva 3, antigua curva Renault, exige maximizar el
paso por curva manteniendo una velocidad alta. Es una curva que se toma a
230-240 km/h para llegar a la frenada de la Repsol a aproximadamente 290 km/h.
Ahí finaliza este primer sector que, como digo, exige ya un compromiso entre velocidad
máxima en la recta principal y estabilidad en la curva 3.
El segundo sector es quizás el que
más gusta con la bajada tras negociar la
antigua Repsol en dirección a la curva 6. Esa sucesión de curvas a la derecha
que empieza en la 5, da paso a una corta recta y a una frenada brusca para
afrontar la 6 a izquierdas, es un gran punto del circuito. Tras la curva 6
viene la magnífica bajada en pos de la S que forman las curvas 7 y 8. Esa S en
particular aglutina una curva como la 7, en la que uno se tira al vértice para
escapar inmediatamente a la derecha, cogiendo el máximo de piano posible en la
curva 8 y avanzar a toda velocidad a la curva 9. Entrar correctamente en la
curva 7 garantiza (prácticamente) la mejor velocidad máxima antes de frenar
ligeramente en la 9 (que es ciega y muy emocionante).
La curva Ciega 9 es clave también para
afrontar la contrarrecta del Circuit, otro punto de velocidad pura. Si todo ha
ido bien en la primera parte del sector llegamos a la fuerte frenada de la
curva de la Caixa en las mejores condiciones para meternos de lleno en el
tercer sector. El más complicado y lento desde mí punto de vista. Aquí las
claves son tener máxima tracción para salir de La Caixa, y mucho tacto para
negociar las dos siguientes. Esta zona es crítica en cuanto a tracción, y lo
que viene después de Europcar, la chicane que existe desde 2007, es una prueba
de ello. Los pianos aquí, sobre todo el de la curva 15, no permiten muchas
bromas y es mejor no interesarse mucho por coger de lleno este último para
mantener las cuatro ruedas en al asfalto y prepararse para la última curva del
circuito, la Catalunya, clave cogerla al máximo posible para afrontar la recta
principal con la máxima velocidad.
Los monoplazas, deberán dar 66 giros al
trazado de 4,655 km, realizando de esta manera, una distancia total de 307,104 km.
El carril de boxes del Circuit tiene 331
metros de longitud y se tarda en recorrer unos 21 segundos más la duración de
la parada en si, por lo que la gestión del cambio de gomas en boxes es uno de
los puntos claves de la carrera.
Para Montmelo, la FIA ha mantenido las
dos zonas de DRS habituales. El punto de detección de la primera zona se
encuentra justo antes de la curva 9, y su punto de activación está justo
después de ese giro. El punto de detección de la segunda zona se haya poco
después de haber superado la curva 15, y su punto de activación se ubica al
comienzo de la recta principal.
Para la carrera en Barcelona, Pirelli ha
escogido los compuestos más duros de la gama posible, o sea el C1, C2 y el C3.
Sin duda las altas temperaturas pueden
marcar esta carrera. Habitualmente se celebra a mitad de mayo, con temperaturas
ambientes que ya pueden rozar los 25 grados. Pero este 2020, y debido a todo lo
acontecido por la crisis del COVID-19, se celebra en Agosto, y las temperaturas
fácilmente podrían superar lo 30.
Recordar que este año, y en contra de lo
sucedido en los últimos, todos los pilotos tienen las mismas asignaciones: dos
juegos de neumáticos duros, tres juegos de medios y ocho juegos de blandos.
Horarios para el fin de semana
Viernes
Libres 1: 11:00h
Libres 2: 15:00h
Sábado
Libres 3: 12:00h
Calificación: 15:00h
Domingo
Carrera: 15:10h
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