Con
su continuidad en el calendario seriamente amenazada, vuelve otro año el
histórico GP de Alemania
El caso de Alemania es uno de los
precedentes de lo que está ocurriendo España. Tras una época dorada con los
años de gloria de Schumacher, en los que organizaban dos Grandes Premios en los
que se agotaban las entradas.
El que era uno de los GP más antiguos del
calendario, la primera carrera se disputó en 1951 en el circuito de Nürburgring,
ha visto como el continuo descenso de público en los circuitos alemanes llevó a
tomar la decisión de celebrar una sola cita al año con la alternancia de las
sedes.
Pero las cosas no mejoraron, y tras no
llegar a un acuerdo ni con Nurburgring ni con Hockenheim para la disputa de la
carrera, la FIA dejo finalmente el GP de Alemania fuera del mundial. Por suerte
la F1 volvió a Alemania en 2016, aunque al año siguiente desapareció de nuevo
para retornar en 2018 y cuando parecía muerta, repetir este 2019. Eso sí, de
cara al futuro, parece una de las condenadas a caerse de nuevo del calendario.
A 25 kilómetros en dirección sudoeste de
Heidelberg, en la zona superior del valle del Rin, el circuito de
Hockenheimring se encuentra a escasos kilómetros de la ciudad que le da su
nombre, Hockenheim.
Trazado nacido en 1932 y al que Hermann
Tilke ha sido el último en "reorganizar", o casi mejor dicho
"mutilar". A costa de perder parte de sus zonas de velocidades
extremas, se ha convertido en un circuito en el que abundan las luchas cuerpo a
cuerpo y se suelen ver numerosos adelantamientos.
El circuito de Hockenheim se encuentra en
las cercanías de Heildelberg y fue construido en la primera mitad de los años
treinta. Originariamente era un circuito de pruebas para los coches de
Mercedes- Benz. El trazado alemán tiene como característica principal sus
largas rectas que hacen que se alcancen velocidades elevadísimas. Si bien el
circuito ha sufrido algunas modificaciones para reducir su velocidad, la pista
de Hockenheim continúa siendo una de las más rápidas del calendario, con puntas
de más de 330 km/h.
A pesar de que ya no cuenta con las
largas rectas del pasado, aún sigue siendo un circuito exigente para el motor,
ya que la velocidad media de este durante la vuelta es alta, el 62% de la
vuelta se completa con al acelerador pisado a fondo.
Hockenheim tiene una longitud de 4.574
metros, que los pilotos tendrán que completar hasta en 67 ocasiones el domingo
para conseguir una distancia total de carrera de 306.458 km. Lo conforman 17
curvas, 10 de ellas a derechas y 7 a izquierdas.
El trazado, desde su remodelación, cuenta
con dos zonas claves: el estadio, revirada y estrecha donde es casi imposible
adelantar; y la parabólica (o recta de atrás), tras la que los pilotos llegan a
la frenada de la horquilla de la curva 6, el punto más claro de adelantamiento
de la pista.
Aquí tendremos tres zonas de DRS. La
primera zona se encuentra tras la primera curva (Nordkurve) y llega hasta la
frenada de la segunda. La segunda zona de DRS está en la larga y ligeramente
inclinada curva que conduce a los monoplazas hasta la curva 6 del circuito, una
de las horquillas más lentas de la temporada que se coge, aproximadamente, a
unos 65 km/h. Allí, los pilotos intentarán aprovechar la fuerte frenada para
hacer efectiva su maniobra. La novedad desde 2018, se encuentra en la tercera
zona, la cual está situada en la recta principal.
Para esta carrera, Pirelli ha decidido
traer los compuestos C2,C3 y C4, en una
pista donde la superficie es bastante lisa, por lo que no se espera que se
produzca un fuerte desgaste o degradación
Horarios completos:
Jueves:
Libres 1: 11:00h
Libres 2: 15:00h
Sábado:
Libres 3: 12:00h
Calificación: 15:00
Domingo
Carrera: 15:10h
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