La carrera que vivimos en la jornada de
ayer, en Hungaroring, fue una carrera épica, llena de adelantamientos,
incidentes e incertidumbre hasta el final de la misma.
La carrera, terminó con la victoria del
Ferrari de Sebastian Vettel, que tras realizar una gran salida, adelantar a los
dos Mercedes antes de la primera curva, y luego sobreponerse a todo lo
acontecido durante el GP, pudo cruzar la meta en primera posición.
Pero para Vettel, esta victoria, segunda
de esta su primera temporada en Ferrari, tendrá un sabor especial.
Con la de ayer, el de Ferrari suma su 41ª
victoria en el campeonato del mundo de F1, empatando al mítico Ayrton Senna,
que sin duda y debido a su desafortunado accidente, no pudo sumar más a su
casillero.
Esta 41ª victoria es la última de muchas
que se iniciaron en 2008, cuando el alemán, por aquel entonces en Toro Rosso,
consiguió vencer bajo la lluvia el Gran Premio de Italia, celebrado en el
circuito de Monza.
Tras esto, el alemán se coloca a 10
victorias de Alain Prost y a 50 de Schumacher, que con 91 se me antoja
inalcanzable.
Otro dato, para la estadística, aunque
para mi, mucho menos significativo, porque como es conocido, el sistema de
puntuación ha variado mucho a lo largo de la historia. Es que con los 25 puntos
de ayer, Vettel se coloca empatado con
Fernando Alonso, como piloto con más puntos conseguidos en la historia
de la F1, sumando un total de 1778, que ayer sumó 10 contra pronóstico.
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