Hace
trece años, la Fórmula 1 desembarcó por primera vez en china, y desde aquel
2004, no ha vuelto a faltar con su cita con el circuito de Shanghái.
Shanghái es un trazado relativamente
joven, data del 2004 ,diseñado por Hermann Tilke , conocido como el señor de
los circuitos al haber participado en el diseño de todos los circuitos para el
campeonato de Fórmula 1 de reciente construcción y en la remodelación de la
mayoría de los antiguos. Su forma, evoca la figura del carácter chino shang,
que significa “por encima”, o “ascendente”.
Es un circuito moderno equipado con los
últimos adelantos tecnológicos, muy seguro para los pilotos y en el que la
naturaleza también tiene un hueco reservado, ya que el circuito (que abarca
unos 5,3 kilómetros cuadrados) está construido sobre un pantano y tiene
integrado el paddock dentro de un bonito lago y un majestuoso jardín. Entre sus
adelantos está el de su grada principal, que, preparada para albergar hasta
29.000 personas, permite ver el 80% del circuito, toda una maravilla del
diseño.
El circuito de Shanghái es el típico y
tópico Tilkodromo, grandes rectas en donde importa mucho la carga aerodinámica,
fuertes frenadas donde es bueno tener suficiente apoyo, y además curvas lentas
y rápidas, lo que hace que la tracción y la capacidad de cambiar de dirección
con agilidad sean claves. Total: los set up óptimos suponen un quebradero de
cabeza para los equipos. Y los monoplazas con los mejores chasis y paquetes
aerodinámicos tienen mucho que decir.
Shanghai tiene 5.451 metros de longitud,
y los pilotos dan 56 vueltas en la carrera, completando un total 305'256
kilómetros totales.
El mayor reto que plantea Shanghái es la
peculiar y sorprendente primera curva, una derecha en bajada que se va cerrando
progresivamente complicando la trazada a los pilotos. Del resto, cabe destacar
como siempre en los circuitos Tilke la larga recta de atrás, que acaba en una
horquilla que invita a probar el adelantamiento, y una mezcla de curvas de alta
y, sobre todo, baja velocidad, algunas de ellas bastante largas, que hará de
las manos sin control de tracción y la habilidad reglando los monoplazas una
virtud en China.
Un buen equilibrio entre velocidad punta
y apoyo aerodinámico será clave en esta pista, que pese a ser una de las más
anchas del Mundial, no presenta muchas más zonas de adelantamiento que las que
propician sus largas rectas. Como siempre, vaya. Pese a todo, la carga
aerodinámica que emplearán los equipos será tirando a alta.
La pista suele estar fría, y con muy poco
agarre, sobre todo el viernes y va evolucionando muy rápidamente durante todo el fin de semana,
incluso durante la misma carrera, haciendo que gomas que no funcionen bien en
el primer tercio de carrera, sean fenomenales al final de la misma.
El carril de boxes en China tiene 350
metros, y los pilotos tardan unos 19 segundos en recorrerlo si no hay mayores
imprevistos, por lo que sería de los que menos tiempo hacen perder del Mundial.
En Shanghái y como es habitual, tendremos doble
zona de DRS. La primera zona de
detección se encontrará en la frenada de la curva 16, correspondiendo a la zona
de activación situada en la recta de meta. Mientras que la segunda zona estará
al llegar al vértice número 12, correspondiendo con la recta de contrameta.
Para esta carrera, Pirelli ha elegido los
compuestos superblandos, blandos y medios, repitiendo así la elección de los
dos GP anteriores.
Horarios de todas las sesiones.
Viernes:
Libres1: 04.00h
Libres2: 08:00h
Sábado
Libres3: 06:00h
Calificación: 09:00h
Domingo:
Carrera: 08:00h
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