El
director de carrera de la Fórmula 1 se ha reunido esta mañana con Max
Verstappen, para hablar sobre lo ocurrido en Spa la semana pasada
Si en los últimos días, se ha hablado de
algo en el mundo de la Formula 1, es sobre la "discutida" actuación
de Max Verstappen en el pasado GP de Bélgica.
No tanto ya por la famosa maniobra que
protagonizaron tanto él, como los pilotos de Ferrari, Sebastian Vettel y Kimi
Räikkönen, y que en buena medida, estropeo el GP a los tres. Sino por una maniobra que
protagonizo el piloto holandés con Kimi unas vueltas más tarde, cuando Max
defendió de forma un tanto agresiva la posición frente a Räikkönen en plena recta
de Kemmel, llegando incluso a tocarse.
Pero por si esto no fuera suficiente, y
seguramente lo que ha causado mayor controversia, son unas posteriores
declaraciones del piloto de Red Bull, reconociendo que la comentada maniobra
frente a Kimi fue una especie de venganza por lo ocurrido al inicio de la
carrera:
“Deben entender que en primer lugar
destruyeron mi carrera en la curva 1 así que, ¿por qué debería decir ‘vale,
puedes pasar por aquí’? Por supuesto que fui bastante agresivo, pero
destruyeron mi carrera así que no les iba a dar mi posición así de fácil”
declaro el holandés.
A lo que el piloto de Ferrari respondió
ayer en la rueda de prensa previa a la carrera:
"Todo el mundo tiene permitido
expresar cómo se siente. Como dije antes, no tengo nada personal contra él,
pero ciertas cosas no están bien. No tengo demasiado interés en ahondar en
esto. Si alguien dice que durante la carrera que hizo algo en consecuencia a lo
que pasó en la primera curva, eso es una venganza, y no creo que este sea el
deporte correcto para hacer eso a propósito. Podría terminar de muy mala
manera. Sí, la gente se equivoca, todo el mundo lo ha hecho y nos sucederá a
todos."
Pues si ayer conocimos que Vettel y Kimi
se reunieron con Charlie Whiting para hablar sobre lo ocurrido, hoy hemos
sabido que Verstappen también ha pasado por el despacho del jefe de carreras.
Ha sido el mismo jefe de Red Bull,
Christian Horner quien lo ha confirmado y a admitido, que Max ha recibido una
especie de advertencia por lo sucedido:
"Charlie estaba dispuesto a
mostrarle una repetición de Spa. Fue una suave advertencia de que la próxima
vez que ocurra algo parecido habrá bandera blanca y negra. Una especie de
pequeño aviso."
A pesar de esto, Horner ha querido
defender a su pupilo:
"El coche se dañó en la primera
curva, y pienso que no fue culpa suya, no el todo. Él es joven, agresivo,
hambriento y creo que esto, es lo que lo hace un piloto atractivo. A veces nos
olvidamos que tiene 18 años, que está en su tercer año de competición en
monoplazas y que está aprendiendo todo el rato."
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