Tras
todo lo acontecido en Brasil, el rendimiento de los neumáticos de lluvia vuelve
a centrar las críticas de gran parte de la parrilla
El pasado domingo en Interlagos pudimos
ver una buena e interesante carrera, los adelantamientos de Max Versatppen, la
conducción sin fallos de Hamilton, la lección de saber estar de Sainz a los
mandos de un monoplaza muy inferior al resto de rivales consiguiendo una
brillante sexta plaza, nos hicieron olvidar el bochorno de lo vivido en las
primeras vueltas en el trazado brasileño.
Salida bajo régimen de Safety Car, largos
periodos de vuelta rodando tras el mismo Safey, banderas rojas y sobre todo, el
peligro que suponía rodar en tiempos mínimamente competitivos en unas
circunstancias, que si bien es cierto que eran algo adversas, tampoco eran nada
del otro mundo, ya que tanto en otras épocas, como en la actual en categorías
inferiores, hemos visto correr en circunstancias mucho más difíciles.
Por todo esto, y como ya ha ocurrido
otras veces, Pirelli vuelve a centrar la mayor parte de las criticas. Está
claro que los neumáticos de lluvia extrema no se comportan como deberían, lo
que hace que incluso estando el asfalto bastante mojado, muchos pilotos decidan
montar los intermedios con el consecuente peligro que conlleva.
Una de las cosas que más nos choco del
pasado GP, fueron los diversos incidentes que vimos en la entrada a meta,
algunos los pudieron salvar, pero otros como Felipe Massa, Marcus Ericsson o
Kimi Räikkönen, acabaron irremediablemente con sus monoplazas en el muro.
Precisamente el piloto de Ferrari, fue
uno de los primeros que dudo en criticar dichos neumáticos, asegurando que eran
mucho más eficientes con los que se competían hace años:
"Los neumáticos de hoy en día son
muy vulnerables, hacen aquaplaning muy fácilmente. Está claro que depende del
circuito y de otros factores, pero si los comparo con los de hace 10 años o 12
años, aquellos neumáticos eran mucho mejores, se podrían manejar esta cantidad
de agua sin problemas."
Marcus Ericsson opina lo mismo, y a pesar
de llevar menos tiempo en la máxima categoría, es de la misma opinión que Kimi:
"No sé a que es debido, pero en los
últimos dos años, cuando hay un poco de agua acumulada en la pista sufrimos
mucho, mientras que hace 10 años la gente conducía incluso con más agua sin
ningún tipo de problema."
Otro que se apunta al carro de las
críticas, es el jefe de Red Bull, Christian Horner:
"Creo que está claro que los pilotos
tienen problemas con el compuesto extremo, tienen demasiado aquaplaning, mucho
más que con los intermedios. Kimi tuvo el accidente justo frente a nosotros, y
Ericsson también tuvo un accidente con intermedios. A principio de año, hicimos
un test en mojado, y creo que aún hay
bastante margen de mejora en esas condiciones."
El actual líder del mundial, Nico Rosberg
también es de la misma opinión, aunque él es un poco más positivo y espera que
Pirelli consiga solventa restos problemas pronto:
"Cuando pisas por un tramo con un
poco más de agua, se comportan de manera impredecible. Eso hace que sea muy
difícil pilotar, pero en Pirelli lo saben y estoy seguro que están trabajando
para solucionarlo.”
Está claro que los neumáticos de lluvia
no funcionan como deberían, y que los responsables de esto son Pirelli. Pero en
serio alguien cree que el fabricante con sede en Milán no sabe fabricar gomas
de lluvia? Quizás el problema sea más profundo, quizás la solución sería
permitir mas test, que Pirelli pueda probar y evolucionar mejor sus neumáticos.
Paul Hembery lo ha repetido por activa y por pasiva: "Necesitamos más test
para poder mejorar los neumáticos. Queremos tests más largos y diferentes
escenarios en donde poder desarrollarlos."
Esperemos que con la nueva normativa y el
aumento de test en 2017, consigan dar con la tecla y no tengamos que volver a
vivir esperpentos como los del domingo pasado.
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